La acrofobia o miedo
extremo e irreprimible a las alturas es una de las fobias más comunes que se presentan,
lo cual puede generar grandes niveles niveles de ansiedad en las personas que la padecen, lo que induce una
conducta de evitación de la situación temida. Esto no puede ser tratado como un
simple vértigo ya que se manifiesta de diferentes formas ya sea cuando la
persona está en un lugar muy elevado como un acantilado o en un edificio muy
alto, o bien sea subir unas escaleras o bajar escaleras es suficiente para
provocar pánico, angustia, náuseas y mareos por esto las personas que lo padecen
evitan enfrentarse a estas situaciones.
Tomando en cuenta la teoría de Rachman, 1997 “ Sin embargo, el miedo a los
lugares elevados también se puede adquirir indirectamente, por recibir información
sobre experiencias desagradables en lugares elevados o ver a alguien pasar una
experiencia de este tipo”. Por lo tanto es un trauma que vive con la persona
bien sea desde temprana edad o en una etapa adulta. Los científicos han
realizado varias investigaciones y demostraron que otros animales presentan
estos signos de miedo a las alturas por ende proponen que el miedo puede tener
algo que ver con el sentido interno de las ondas de equilibrio, y sugieren como
una terapia alternativa que las personas
superen este miedo cerrando los ojos y confiando en el equilibrio natural de estabilizarse función
que realiza el oído interno. Si esto no llegara a funcionar es necesario buscar
ayuda psicológica esto puede ayudar a desensibilizar a la persona poco a poco a
la experiencia de estar en lugares altos, algunas veces es controlada por
medicamentos como tranquilizantes o antidepresivos.